El par motor suele ser un valor que pasa inadvertido por los conductores y siempre a la sombra de la potencia. Muchos no son conscientes de su importancia y por ello hoy le dedicamos un post.
¿Qué es?
Técnicamente es una magnitud física que mide el momento de fuerza que se ha de aplicar a un eje que gira sobre sí mismo a una determinada velocidad. Esto aplicado a un coche y de forma simplificada para que podamos entenderlo, sería la fuerza que hace falta para que el cigüeñal del motor gire y ese movimiento se traslade al resto de elementos mecánicos para que el vehículo se desplace. Este valor se mide en Newtons por metro (Nm). Aquí os dejamos un vídeo que os puede resultar útil para acabar de entender cómo funciona el par motor.
Como ya veníamos diciendo al inicio del post, el par motor es un gran desconocido. No por eso menos importante que la potencia, ambos valores van de la mano. A veces sólo nos quedamos con el valor de la potencia, o más comúnmente conocida como caballos de vapor (CV).
En este caso la potencia aumenta con las revoluciones del motor hasta llegar al valor máximo y que normalmente este máximo se obtiene al límite de las revoluciones. En cambio el par máximo se puede obtener antes de llegar al límite de las revoluciones y a lo largo de un rango y no sólo en un punto. Y aquí es donde cobra importancia el par. Todo esto se podría traducir en la distribución de la fuerza a lo largo de las revoluciones. Es decir, tener mucho par cuanto antes y durante un rango largo de tiempo significa acelerar más. El coche tendrá mayor fuerza y sobre todo mayor «empuje».
El par motor en las reprogramaciones
En el mundo del “chiptuning” o de las reprogramaciones de motor los dos valores de los que más se habla son los caballos de vapor (CV) y par motor o fuerza (Nm). A la hora de realizar un reajuste de la electrónica del motor es posible incrementar la potencia sin incrementar el valor del par máximo generado por su conjunto automotriz. Igual que es posible incrementar esta fuerza y no sobrepasar la potencia máxima aunque estos valores suelen ir de la mano.
Por norma general, los vehículos turboalimentados tienen un par motor superior a los atmosféricos. Además, este par motor se presenta a menores revoluciones. En los turbodiesel, el par motor lo encontramos en un rango todavía inferior de rpm. En el momento de configurar una reprogramación, será importante dónde encontramos la ganancia de par motor y de cuánto es. Si conseguimos una gran fuerza a bajas revoluciones el coche tendrá una «patada» extra y unas sensaciones más radicales.
Tal y como se puede observar en la gráfica, potencia (líneas continuas) y par motor (líneas discontinuas) tienen relación directa. El resultado de las diferentes variaciones de la electrónica tanto de par motor como de potencia deriva en un comportamiento del vehículo en cada caso muy diferente. En este caso vemos un gran aumento de par motor a partir de las 2500rpm aproximadamente y unos valores muy por encima de los de serie hasta después de las 5000rpm. La potencia, también es superior en todo el rango, pero donde más se nota es a partir de esas 5000 revoluciones. Se trata de un motor gasolina turboalimentado (2.0 TSI concretamente).
¿Pero, además de sensaciones, qué nos aporta el par motor?
El par motor es importante en todas las reprogramaciones de vehículos turboalimentados (la mayoría hoy en día). Pero, en función de qué queramos conseguir con la reprogramación, el principal beneficio variará. Así, en un coche diésel, nos servirá para tener una mayor fuerza a muy bajas revoluciones. Este empuje nos permitirá una reducción de consumo, mayormente en trayectos interurbanos.
Sin embargo, en un vehículo gasolina, por norma general, el consumo pasa a un segundo plano y lo que buscamos es una mayor aceleración. Gracias a este par motor en el rango óptimo de revoluciones, nuestro coche tendrá una aceleración mayor desde el principio. Esto combinado con el aumento de potencia aportarán un extra de deportividad a nuestra conducción.
No debemos olvidarnos que se trata de configurar el óptimo, no el máximo. Es importante que el aumento de par motor vaya acorde a la capacidad y limitaciones tanto del motor como del resto de la mecánica del vehículo, como podría ser el embrague (o caja de cambios si es automático).
¿Quieres que tu coche funcione en su más óptimo rendimiento?
