El sector de la reprogramación de centralitas es muy propicio a generar una lucha de expectativas vs. realidad, sin tener en cuenta la cantidad de variables que implica. Como el tipo de unidad de motor o la centralita que incorpore cada vehículo. Pero no sólo eso, también se deben tener en cuenta muchos otros parámetros como por ejemplo, si es motor diésel, gasolina o híbrido, si cuenta con cambio automático o es manual, el uso que se le dará al vehículo, así como si es más o menos pesado, entre otros.
Es muy importante tener en cuenta todo ello antes de reprogramar un vehículo para que las expectativas sean reales. Después de tantos años nos hemos encontrado con todo tipo de casos.
Expectativas vs. realidad
No le pidas peras al Olmo
Antes de plantearnos reprogramar nuestro coche debemos ser conscientes de cuáles son sus posibilidades. Para ello, Car-tec sin ningún tipo de compromiso ofrece la posibilidad de estudiar cada caso intentando cubrir las necesidades o los deseos de cada cliente, pero siempre desde la coherencia. Hay que tener en cuenta que nosotros trabajamos dentro de unos parámetros óptimos para el vehículo, de forma que no se vea afectada ni la seguridad ni la fiabilidad de éste.
Un ejemplo de no le pidas peras al Olmo sería el caso de unos hermanos, uno de ellos con un BMW 530d E60 de 231 CV de serie y el otro con un BMW 535d E60 de 286 CV de serie. Ambos querían reprogramarlos y en el caso del propietario del 530d quería obtener el mismo resultado que el de su hermano. Es decir, quería pasar de tener 231 CV a 340 CV que sería el resultado de reprogramación del BMW 535d.
El peso y el tamaño sí importa
Al principio del post hemos mencionado el peso del vehículo como uno de los parámetros a tener en cuenta.
Como ejemplo tenemos el caso de un cliente con un BMW Serie 1 120d de 190 CV de serie que vino a Car-tec a reprogramarlo y quedó muy contento con la ganancia y sobretodo con las sensaciones en la conducción. A los pocos días un amigo suyo después de probar su coche y ver el cambio decide venir a reprogramar su coche también. Pero en este caso se trataba de un BMW X4 xDrive 20d, que aunque monta el mismo motor y se obtienen las mismas ganancias, el peso y tamaño de uno y otro no es el mismo, por lo que las sensaciones no pueden ser las mismas. En este caso se consiguió más ligereza del vehículo y más fuerza.
De dónde no hay no se puede sacar
Finalmente, otro de los casos más habituales de expectativas vs. realidad es querer que el coche entregue el máximo par motor a bajas rpm. Hay motores que ya de por sí son perezosos y el par motor no empieza a notarse hasta las 2000-2500 rpm. En algunas ocasiones, esto se puede solucionar con la reprogramación. Sin embargo, en otros modelos, a pesar de haber un aumento de par motor en todo el rango de revoluciones, la verdadera ganancia sigue estando en esas 2000 rpm y no antes, por lo que las diferencias no son tan pronunciadas a bajas vueltas.
